20 de septiembre de 2019

Los beneficios de hablarles tu idioma a tus hijos


En este post les explicaré los beneficios más importantes de hablarles español a nuestros hijos. Muchos padres se preguntan si deberían insistir en enseñarle español a sus hijos cuando ya viven en el extranjero. Incluso, se cuestionan si esto interferiría en la correcta integración de sus hijos en la sociedad que los hospeda. Estas interrogantes no son tan fáciles de resolver porque cada niño tiene diferente proceso de integración y de aprendizaje de idiomas. 

Estos cuestionamientos están en el centro del debate de un campo de investigación relativamente nuevo fuera de Estados Unidos: el español como lengua de herencia. A pesar de que este tema es reciente, este dilema que viven los inmigrantes no lo es. Muchas familias están queriendo – o hubieran querido – tener acceso a recursos informativos y prácticos que les ayuden en el proceso de adquisición y mantenimiento del español de sus hijos en el extranjero. Origen Hispano presta atención a esta carencia que, lamentablemente, surge en “tierra de nadie” si nos situamos en el contexto europeo, donde el interés académico hacia las lenguas de herencia se está recién incrementando, y la atención pública todavía es escasa.

Esta falta de problematizar los procesos complejos por los que pasan los hablantes de herencia, hace que muchas familias vivan en silencio situaciones con sus hijos que se normalizan sin caer en reparaciones, ya que popularmente se piensa que si el niño perdió el idioma de la madre es porque es una consecuencia más de la inmigración y que es normal que esto suceda. Pero gracias a ciertas iniciativas, como la nuestra y otras locales, sí hay un gran progreso en comparación con otras generaciones. 


Beneficio n1

Podrás transmitir tu cultura y tu visión de mundo construida, en parte, por tu cultura de origen. En cierto grado, podrás asegurar una buena relación futura con tus hijos. Para nosotros, los hispanos que vivimos en el extranjero, tenemos muy arraigadas nuestras tradiciones, queremos volver a sentir esa calidez de comunidad, esa alegría de las fiestas familiares, y contar con la ayuda de nuestra gente en tiempos de necesidad. También me he dado cuenta desde que llegué a vivir al extranjero es que, en comparación con los flamencos y holandeses, a los hispanos nos gusta traer a la mesa, frecuentemente, nuestras memorias familiares - las anécdotas de nuestros padres, la historia de los abuelos, las vidas pasadas de nuestros fallecidos, etc. -. Es así como nuestro idioma es el canal más adecuado para mantener dichas preferencias. 

Beneficio n2 

Podrás asegurar una buena comunicación con tus familiares que quedaron en tu país de origen. Muchas investigaciones mencionan este beneficio como una de las razones más importantes a la hora de elegir si hablarles o no español a los hijos. Incluso, se reporta que los padres que hablan otro idioma, no su lengua materna, a sus hijos sienten incomodidad expresando su afectividad, a tal grado de percibir una cierta alienación, es decir, se sienten otra persona según el idioma que hablan. Por lo tanto, el manejo de la lengua sigue siendo un requisito básico para una comunicación directa, fluida y sin malos entendidos (que suele ocurrir por las típicas faltas gramaticales, semánticas, etc.). 

A la larga, ayudarás a tus hijos a no sentirse un extranjero (o más diferente de lo que ya es) cuando va a visitar a tus familiares. Este último aspecto lo he podido corroborar en primera persona con mi investigación de maestría a jóvenes hispanos en Bruselas que cursaban la secundaria, quienes apuntaban este "sentirse siempre ajeno" como factor central de su baja autoestima. 

Beneficio n3

Ayuda a la maduración de la identidad. Aceptar y comprender lo que significa tener dos culturas y dos idiomas en un camino arduo de maduración que solo puede ser consolidado si el hablante de herencia es capaz de desenvolverse lo más libremente posible en las dos (o más) culturas a las que pertenece en cierto grado. Esto significa estar preparado para enfrentar diferentes contextos comunicativos, es decir, ser capaz de hablar sobre sus emociones, conocimientos, opiniones y capacidades. Además de saber interactuar según las normas sociales de cada cultura. 


Beneficio n4

Permite ampliar el mundo de las personas. Así como nosotros, los padres, hemos adquirido nuevas formas de mirar el mundo gracias al contacto con otra cultura y el aprendizaje de otro idioma, nuestros niños y jóvenes serán capaces de abordar el mundo que les rodea de un modo totalmente diferente. Se potencian las capacidades de adaptación, el respeto por las culturas y sus diferencias, ser crítico con la sociedad y ser capaz de rescatar lo positivo de cada una de las culturas a las que pertenezca. 


Beneficio n5 

Permite el desarrollo de una educación bilingüe. Como hispanohablantes en el extranjero, conocemos de primera fuente la importancia que tiene el manejo de diferentes idiomas en el mundo laboral de hoy y del futuro. Lamentablemente, pocos padres saben que el hecho de que les hablen español a sus hijos(as) en casa, no significa que cuando crezca obtendrá un nivel de español académico/profesional. De hecho, la mayoría de mis estudiantes universitarios que son hablantes de herencia tienen serios problemas de redacción, gramática, léxico y de registro de habla. 

Pero ahora te dirás "bueno, al menos yo le daré la base en casa, y luego él/ella podrá asistir a clases de idioma cuando tenga interés o necesidad". Cuidado con esa idea, ya que es más difícil desaprender las faltas que por años los jóvenes practican que aprender desde cero un idioma nuevo, pero correcto desde el principio. Incluso, algunos tendrán la difícil tarea de sobrepasar ciertas barreras mentales - como "nunca hablaré bien español" - y barreras emocionales - como "mejor no escribo porque haré el ridículo".  


En conclusión, todavía prevalecen muchos mitos sobre la lengua de herencia, incluso en países como Bélgica donde el bilingüismo en muy normal. Todavía se escuchan casos en que los profesores recomiendan a los padres postergar la enseñanza de la lengua de herencia hasta que el niño(a) pueda mejorar su manejo del idioma local (cuando, en verdad, estudios hechos en Estados Unidos sugieren todo lo contrario, que un buen manejo de la lengua de herencia mejora el rendimiento académico). 

El bilingüismo infantil, en situación de mantenimiento de la lengua de herencia, es primero una elección de los responsables. No te dejes agobiar por lo que dicen otros al respecto. Por eso, participa activamente en la comunidad en que vives (comuna, escuela, parientes cercanos, amigos, etc.) para romper con los prejuicios y mostrar el valor que tienen las lenguas de herencia en tu comunidad. 













14 de septiembre de 2019

Testimonio "Mi papá los cuidaba en la casa, so he was the stay-at-home mom and dad"


Para algunos, mezclar dos idiomas les puede parecer un agregado estilístico que da una personalidad especial al hablante que lo hace. Para otros, es un recurso necesario para expresarse de mejor manera. Incluso, se piensa que la estrategia rigurosa de "one-parent-one-language" (OPOL, "un padre, una lengua") podría estar restringiendo la habilidad creativa de los niños cuando se comunican. Sin embargo, la mezcla de idiomas sigue siendo un debate abierto, ya que en sociedades monolingües o sociedades que tengan una política educativa muy enfocada en la integración con los locales, no es bien vista esta práctica. Además, que los niños rindan bien en la escuela parece ser un desafío para las familias que justamente ven este fenómeno en sus hijos. 

Recuerda revisar los cuentos que hemos publicado: Caracol Lentoso y El tesoro de Rayén y otros contenidos como Qué es una lengua de herencia y Cómo se lo explico a mis hijos.

En el siguiente ejemplo (que lo pueden encontrar aquí), es fascinante cómo la chica mezcla el español con el inglés, a veces, de manera muy fluida: 






Testimonio "Aprendí a entender, pero nunca a hablar"


Uno de los proyectos que estamos ejecutando es la entrevista a personas que tengan el español como una lengua de herencia. Uno de los pasos relevantes ha sido buscar en Internet qué hay al respecto. Es así que llegamos a una página que tiene varias entrevistas cortas a hablantes de herencia en Estados Unidos.

Aquí les compartiré aquellos que me parecieron más interesantes.

Recuerda revisar los cuentos que hemos publicado: Caracol Lentoso y El tesoro de Rayén y otros contenidos como Qué es una lengua de herencia y Cómo se lo explico a mis hijos.

El siguiente testimonio, publicado por Spanish in Texas Project, presenta el caso de una chica que no podía hablar, pero sí comprender español, el cual fue transmitido por sus abuelos. En casa, todos hablaban inglés, con excepción de su abuelo quien nunca quiso hablar el idioma local, pero al menos lo comprendía. En el caso de la abuela, de vez en cuando le hablaba en español. La chica comprendió que podía responder cómodamente en inglés, ya que los abuelos le comprendían de todas formas. No será hasta la enseñanza secundaria que ella comenzará sus primeras clases formales que le ayudarán a hablar en español.

Hay varios puntos interesantes que destacar:

(1) la chica representaría la tercera generación que a perdido la habilidad natural de hablar español, ya sea porque los abuelos no le transmitieron el español a sus hijos o porque el padre o madre de la chica prefirió no hacerlo.

(2) el hecho de que el abuelo le hablara en español, no significó que ella terminara usando activamente el idioma. De hecho, dice que necesitó de clases formales para lograrlo.

(3) la consistencia en relevante. Como se menciona, la abuela no le hablaba siempre en español.

(4) en otro vídeo, la chica menciona que desearía que el español siguiera existiendo en su familia, porque ahora que tiene más edad ve la importancia que tiene en la sociedad de hoy el dominio del español.


Es una pena que en la entrevista no se haya indagado en otros puntos como:

- ¿Qué sentía cuando su abuelo le hablaba solo en español? 
- ¿Cómo afectó esta decisión de su abuelo en su relación con ella y la familia? 
- ¿Qué sentía la chica cuando tenía la posibilidad de responder en español y no lo hacía? 
- ¿Qué le motivó a seguir clases de español? 
- ¿Qué piensa de su español en la actualidad? 
- ¿Se sentiría con la capacidad de transmitir el español y su cultura a sus hijos si quisiera?


A pesar de tantas preguntas que quedan sin respuesta, sigue siendo muy interesante para nosotros, los hispanohablantes que residen en otros países del mundo, sacar ejemplo de otros casos como los que recopila Spanish in Texas Project. De hecho, creo que mucho podríamos aprender del español que se desarrolla en hablantes de herencia que viven en Estados Unidos.


La entrevista pueden encontrarla en este vídeo








13 de septiembre de 2019

Cuento: Caracol Lentoso (Maggiorini, M.)





Un día Caracol Lentoso se puso muy triste, al darse cuenta de que estaba solo y no tenía amigos. Y si bien conocía a muchas simpáticas abejas y mariposas, no le había interesado su amistad por el simple hecho de que volaban por los aires y él se arrastraba por el suelo. 

Conocía a muchos sapos y ranas agradables pero como saltaban y croaban tampoco se interesó en hacerlos sus amigos. Todos los habitantes del estanque buscaban su amistad. Insectos, reptiles y coleópteros se esforzaban por acercarse y le tocaban el caparazón para invitarlo a jugar o dar un pase. Pero eran muy grandes o muy pequeños, tenían patas o no tenían antenas, eran rojos o azules pero no verdes como él. 



El hecho de que Caracol Lentoso quería a alguien que fuera igual que él. Hasta que una tarde calurosa, bajo una hoja grande y verde se encontró con un molusco idéntico a él, se acercó emocionado y se puso a conversar con su casi gemelo. Eran como dos gotas iguales... pero una de agua y otra de aceite, porque su gemelo resultó ser un auténtico cascarrabias. En pocos minutos entendió que sus semejanzas se limitaban al aspecto físico, dado que en gustos y formas de ser, eran totalmente opuestos. 

Caracol se dio cuenta de lo tonto que había sido y desde ese día tuvo más amigos que lunares en su caparazón, ya que aprendió a ser tolerante y comprendió que los que nos rodean no tienen que ser iguales a nosotros y nosotras para contar con nuestra amistad. 

FIN

Fuente: Maggiorini, M. (2012). Siete colores. Siete pequeñas miradas hacia la interculturalidad. (22-23).

12 de septiembre de 2019

Cuento: El tesoro de la pequeña Rayén (autor: origen hispano)


Había una vez una pequeña niña llamada Rayén que tenía una mamá muy especial. Después de la escuela, y mientras su papá lavaba los platos de la cena, la niña salía a caminar con su madre. Rayén veía que su madre siempre observaba los arbustos y las ramas de los árboles con mucha detención. 

Un día la niña le pregunta:
- ¿qué miras mamá? Son solo ramas y hojas.

La madre respondió -no, mi linda Rayén, no son solo ramas y hojas. Debes mirar más de cerca. Si lo haces, encontrarás un tesoro mágico.



Al día siguiente, Rayén fue a la escuela como de costumbre. Sin embargo, estaba un poco triste porque su madre no le había querido mostrar el tesoro. Así que muy curiosa, fue observando de cerca los arbustos y árboles de la escuela durante el recreo, pues ella quería tener ese tesoro que su madre tanto le hablaba. Pasaron los días, y como ella seguía buscándolo se le olvidó jugar con sus compañeros. Cuando sus amigos la veían le preguntaban:

-¿Qué buscas? 
Ella les respondía -busco un tesoro que mi mamá tiene, pero no lo encuentro. 

Un día, uno de sus compañeros le respondió -¡Qué va! Mejor ven a jugar con nosotros.

Rayén le replica -es que no puedo, ¿Cómo voy a jugar con ustedes si no tengo el tesoro de mamá?


La pobre niña agotada ya de pasar días buscando, aprovecha una tarde que su mamá la invita a pasear para preguntarle -Mamá, no he podido encontrar tu tesoro. No puedo sola, soy chiquita. Muéstramelo tú.


-Muy bien -dice la madre -Ya te lo iba a mostrar, solo esperaba que sintieras suficiente curiosidad y quisieras conocer de verdad el tesoro. Pues mira- la madre pasó un par de minutos buscando entre la maleza -aquí hay uno, acércate, Rayén- dice la madre -esto que ves aquí parece solo una rama, pero mira, si logras ver, esa rama tiene varios rostros. Son duendes, unos seres pequeñitos, que le dan rostro y alma a la naturaleza. ¡Hay por miles! pero solo se muestran a aquellos que han aprendido a observar bien. 

-Tienes razón, Mamá- dice asombrada Rayén -los veo ¡Son hermosos! Quisiera llevarme uno para mostrárselo a mis compañeros. Quizás sus madres también tienen este tesoro. 

- no puedes, Rayén, son seres vivos, ellos sienten. Y si los arrancas ellos se sentirán muy tristes. 

 Así fue que la niña volvió al otro día a la escuela. Llevó a sus compañeros a unos arbustos que estaban en el patio de la escuela. De pronto la cara de un duende se le apareció. Entonces Rayén le preguntó a sus amigos:

-¿Pueden ver la cara del duende en la rama de este arbustos? Mi mamá y yo sí los vemos. ¡Ese era el tesoro! ahora sí podré volver a jugar tranquila con ustedes. 

Sus amigos se rieron un poco. Rayén siguió insistiendo. -¿Pueden ver este otro? es muy fácil verlos. El secreto es quedarse quieto, sin moverse, y de pronto ellos aparecen.


Sin embargo, los compañeros no podían ver lo mismo que ella y sus burlas eran aún peores. Más insistente, la niña siguió observando atenta a un grupo de flores, cuando de pronto apareció un rostro bellísimo en una de ellas. -¡Miren!- exclama la niña, feliz de haber encontrado un rostro muy nítido. Los niños quedaron asombrados por la maravilla. Nunca pensaron que la naturaleza, las plantas y flores, podrían ocultar rostros.


T
odos sus amigos se disculparon por haberse burlado de ella. Uno de ellos le comenta -mi mamá no me ha mostrado ese tesoro, pero tiene otro, ella y yo vemos animales en las nubes. 

Otro dice -es verdad, con mi papá también vemos formas divertidas en las nubes, pero también las estrellas hacen dibujos. 


Luego, otro amigo responde -mi papá dice que tiene muchos tesoros, son sus libros de aventura, y él los comparte conmigo.

 Y otro más, muy orgulloso, se anima diciendo: -sus padres solo les muestran tesoros, pero mi mamá hace magia con las manos cuando toca el piano, siempre ella me anima a tocarlo y me enseña a mover mis manos. 

Y todos terminaron riéndose porque se dieron cuenta que cada mamá y papá tenía algo especial que mostrarles. Desde entonces, Rayén y sus amigos compartían cada día un nuevo descubrimiento del tesoro que sus padres les enseñaban. 

FIN



Si estás interesado en saber más sobre cómo explicarle a tu hijo qué es una lengua de herencia, aquí va el enlace de mi post anterior origenhispano 
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