23 de abril de 2020

Poesía del libro "A la luz de una vela ajena: poesía de una extranjera"


Les presento algunos de los pocos poemas que retratan el interior del inmigrante en el mundo de hoy:


Sin palabra, ni mundo ni Dios: poema que retrata los pensamientos negativos que debe lidiar el inmigrante cuando no ve posibilidades de avanzar por tantas negativas que se interponen en su camino. 

Lo que no se me dejó ser: poema que presenta la desorientación por la que pasa el inmigrante a la hora de buscar su propio destino en el extranjero, ya que se da cuenta de que la búsqueda de la vocación es un ideal difícil de alcanzar cuando solo queda por alternativa el aceptar tan solo las  escasas oportunidades que se le presentan. 

Un abrazo cada vez más imposible: poema que abraza la angustia del expatriado por este "verse todo y nadie a la vez". 


22 de abril de 2020

Expatriado también de tus identidades

No es fácil reencontrarnos a nosotros mismos cuando, luego de salir de nuestra burbuja social que reflejaba lo que éramos, nos encontramos con otra sociedad que no siempre te recibe con brazos extendimos, más bien, con hermetismo, ignorancia y recelo. La siguiente entrada describe en detalle los cambios que ocurren a nivel de identidad durante el proceso de integración al país de acogida: EXPATRIADO TAMBIÉN DE TUS IDENTIDADES

21 de abril de 2020

La integración del inmigrante: una cuestión más allá del idioma

En la siguiente entrada hablo de las complejidades que se ignoran a la hora de discutir sobreT el tema de la integración del inmigrante. Aspectos como la capacidad de resilencia o también denominada "GRIT" por la investigadora Duckworth, y la creación de conexiones sociales, son presentados en el siguiente enlace LA INTEGRACIÓN DEL INMIGRANTE





20 de abril de 2020

La depresión del inmigrante: cuando la libertad se vuelve una jaula


En la siguiente entrada hablo de un tema difícil de comprender para los que no han vivido la experiencia de vivir en el extranjero por un periodo extenso. La depresión del inmigrante es poco hablada y reconocida por los mismos que la sufren, ya que, a veces, ni ellos le toman el peso a los conflictos interiores que viven. Aquí les dejo el link del artículo LA DEPRESIÓN DEL INMIGRANTE

7 de octubre de 2019

Mitos sobre el bilingüismo infantil - parte 2


5. Un niño debe exponerse como máximo a dos lenguas.

No hay límite del número de lenguas a las que un niño puede ser expuesto. Lo importante es evaluar la cantidad y la calidad de la exposición para el mantenimiento y el desarrollo de las lenguas escogidas. 

6. Los niños criados en una misma familia desarrollarán un mismo nivel de competencia como hablantes de herencia.

No se debe esperar que cada uno de los hijos adquiera las mismas habilidades idiomáticas. Cada uno desarrollará un recorrido propio del aprendizaje. Recordemos que el mantenimiento y el desarrollo de la lengua de herencia también están relacionados con el valor que la familia y la comunidad dan a esa lengua. Los factores determinantes son la necesidad de uso, así como el tiempo y la calidad de exposición a la que tiene acceso el hablante. Es la necesidad de interacción con las personas en el cotidiano (hablar, jugar, cantar, escuchar, leer, contar, etc.) que determinará el mantenimiento y el desarrollo de una lengua.

7. Ser bilingüe es tener igual fluidez en dos o más lenguas.

Es raro encontrar una persona que tenga igual fluidez en dos o más idiomas. El conocimiento de una lengua está vinculado con la historia de vida de las personas. Otro aspecto a considerar es que, generalmente, desarrollamos habilidades en diferentes dominios lingüísticos en cada lengua que conocemos. Un ejemplo de ello es el bilingüismo del hablante de herencia típico. En general, la persona tiene conocimiento del vocabulario de uso cotidiano en las circunstancias familiares, pero encuentra dificultades para utilizar la lengua en una circunstancia formal o para discutir un asunto específico o académico. Incluso, un cierto nivel de dominio puede fluctuar a lo largo del tiempo según los intereses personales, las necesidades o las personas con las que socializa el hablante de herencia.  

8. Verdaderos bilingües adquirieron dos o más lenguas en la infancia.

Los niños pueden ser educados para ser bilingües. Sin embargo, si no utilizan las lenguas a las que se han expuesto, pueden pasar por el proceso de olvido y de pérdida lingüística. Es importante recordar que no es necesario aprender una lengua desde niño para adquirir conocimientos suficientes para utilizarla cotidianamente. Los jóvenes y los adultos también adquieren competencia suficiente para comunicarse en una lengua extranjera. El aprendizaje de una lengua depende de varios factores como el tiempo de exposición cotidiana, el tipo de exposición a otras áreas específicas, la motivación y necesidad de uso.

Mitos sobre el bilingüismo infantil - parte 1

Es común que las familias hispanohablantes que emigran convivan con dudas sobre cómo criar a sus hijos para que sean bilingües. En este contexto, es muy importante conocer los mitos sobre el bilingüismo infantil y los argumentos para combatirlos. De esta forma es posible proteger a la familia de prejuicios o de consejos que ignoran los datos de las investigaciones científicas de las últimas décadas. Veamos algunos mitos y cómo combatirlos:

1. Exponer a los niños a una lengua de herencia tendrá un efecto negativo en la adquisición de la lengua utilizada en la sociedad de residencia. Además, exponer al niño a dos o más lenguas desde el nacimiento causará algún retraso en su desarrollo.

Las investigaciones científicas no lo confirman. En consecuencia, no hay relación de retraso en el desarrollo lingüístico debido al hecho de que un niño sea bilingüe. Por el contrario, las encuestas más actuales indican que las personas que desarrollan sus habilidades en dos lenguas, con el paso del tiempo, tienen mayor facilidad para desempeñar ciertas tareas, como por ejemplo, mayor conciencia sobre la estructura de las lenguas y tener mayor rapidez en situaciones que implican la capacidad de resolver problemas (Bialystock, 2007).

2. Los niños deben primero ser alfabetizados en la lengua del país de residencia para luego iniciar la alfabetización en la lengua de herencia.

Por el contrario, las encuestas indican que cuanto más fuerte y más desarrollada sea la lengua de herencia, mejor será el desarrollo en la lengua de la sociedad de residencia (Beeman y Urow, 2013). En realidad, cuando las lenguas comparten ciertas estructuras y el mismo alfabeto, como el español y el francés, los niños transfieren sus habilidades de una lengua a otra, lo que ayuda en el proceso de alfabetización.

3. Las personas bilingües hablan sin acento. 

Es mucho más común encontrar personas bilingües que tienen acento. Es importante entender que tener o no un acento no determina la habilidad lingüística de una persona. Los hablantes de herencia pueden hablar español con un acento o no, dependiendo de su historia con la lengua. Lo importante es que sean capaces de comunicarse. Las investigaciones sobre otras lenguas, por ejemplo el inglés como segunda lengua, comprueban que las personas pueden comunicarse con mucha eficiencia incluso teniendo una influencia muy marcada de la sonoridad de su primera lengua. La eficiencia de la comunicación no está vinculada al acento, sino a la estructura gramatical, a la objetividad, al dominio del vocabulario, la fluidez, entre otros aspectos.

4. Un hablante que sabe bien una lengua nunca usa la otra al mismo tiempo.

Entre bilingües, es común la alternancia de códigos, es decir, utilizar dos (o más) idiomas al mismo tiempo. Un hablante de herencia puede pasar de una lengua a otra en enunciados diferentes o incluso en medio de una frase, o insertar palabras o "pedazos" de una lengua cuando está hablando con la otra. Esta alternancia no significa que el hablante no las domine, por el contrario: lo que eso indica es que el hablante se siente a voluntad con los dos (o más) códigos y, por lo tanto, pasa del uno al otro con facilidad para hacer eficiente la comunicación. Como resalta Carvalho (2012), la alternancia de códigos, code switching, forma parte de la competencia y la identidad lingüística de los hablantes de herencia.
Aunque se debe fomentar el uso de la lengua de herencia (en nuestro caso, el español), no se debe suprimir negativamente estas ocurrencias que simplemente demuestran la comodidad del niño en dos (o más) lenguas. Además, es muy natural que los hablantes seleccionen ciertas palabras, términos o ideas en una lengua específica, ya sea porque los usan más frecuentemente en esa lengua o porque, sencillamente, sienten que no hay una traducción exacta de lo que quieren expresar en la lengua que están usando, por lo que deciden incorporar otra en su discurso. 

El rol de la cultura de herencia en el desarrollo de la identidad de mis hijos

Definiciones introductorias

Identidad


La identidad es el resultado de nuestra reflexión sobre nuestro yo en función de nuestra biografía. Esta reflexión, según Giddens, es continua a través del tiempo: quien soy y quien estoy siendo en relación con el entorno.

Los procesos sociales en que lo que estamos inmersos nos entregan gran parte de nuestra auto-imagen. Los otros nos entregan relatos de quienes somos. Relatos que pueden ser coherentes o contradictorios entre ellos. También estas narraciones externas pueden ser coherentes o contradictorias con la reflexión individual que tenemos de nosotros mismos. 


Entonces, a medida que vayamos adquiriendo nuevas experiencias, la identidad también va teniendo una historia a través del tiempo. Taylor explica esta historicidad de la identidad llega a sobrepasar nuestras memorias individuales: “para tener un sentimiento de quienes somos, debemos poseer una idea de cómo hemos llegado a ser y de adónde vamos”. 

Barend van Liempd


Identidad y territorio

Toda identidad es situada en un territorio en el que nosotros nos volvemos un actor social. 

Cada individuo tiene un espacio que se fue conquistando por sus acciones. Pero lo que hacemos o llegamos a hacer en la sociedad está limitado también por los sujetos que comparten ese mismo territorio que favorecen, restringen o condicionan. Esta identidad situada resulta de un ejercicio continuo del sujeto de interpretar: sus condiciones de acción; su manera de proceder frente a estas condiciones; para luego interpretar y re-significar su entorno.

Identidad y pertenencias

La identidad se construye a través de las pertenencias por las cuales circula el sujeto – sean próximas o lejanas, volátiles o permanentes. Los otros entonces definen las posibilidades de enriquecimiento de su identidad, ya que al tener más experiencias compartidas con otros, mayor es la expansión de su identidad.

Luego, el sujeto tendrá el ejercicio reflexivo de seleccionar lo que desea integrar a su identidad y lo que desea eliminar o lo que desea transformar. Esta evaluación tiene el fin de mantener la coherencia y la singularidad de su identidad (Bajoit). Como indica Bruner "el Yo, utilizando su capacidad de reflexión y de imaginar alternativas, rehuye o abraza o re-evalúa y reformula lo que la cultura le ofrece".

Barend van Liempd

El rol de la cultura de herencia en el desarrollo de la identidad

¿Cómo pretendemos que nuestros hijos crezcan íntegramente si desconocen parte de su historia familiar y cultural? ¿Cómo pretendemos que ellos comprendan nuestros sentimientos, decisiones y preferencias como padres si no les transmitimos nuestras memorias, historia y cultura?

Sabemos que la falta de comprensión y/o ausencia de los orígenes guarda relación con trastornos de conducta y personalidad, aislamiento, ansiedad social, y dificultades para establecer relaciones afectivas. Por ejemplo, los niños que han crecido sin la figura paterna y que cuyas madres han decidido por diferentes razones esconder la identidad / historia del padre a sus hijos, han mostrado efectos muy particulares en la adultez: constante búsqueda y reafirmación de su identidad; sensaciones de inferioridad, aislamiento social; cuestionamientos de años sobre quién y cómo sería esta figura ausente; y qué rasgos ellos habrían heredado de él, a qué historia familiar pertenecerían, entre otros. 

De manera semejante, la falta de integración a una cultura de herencia, cuyo canal principal de transmisión es el lenguaje, podría afectar principalmente en la relación entre hijos y padre/madre hispanohablante; además de afectar en la racionalización de ciertas pautas conductuales – inconscientes – de sí mismos.  Es decir, por un lado, el hablante de herencia debe convivir con diferentes pautas culturales, las de al interior de la casa como las de la sociedad de afuera. Ambas deben ser comprendidas por él/ella para mantener una buena convivencia. Si no hay esta comprensión, es muy difícil que sostengamos a largo plazo una buena relación con nuestros hijos, ya que no sabrá el trasfondo de nuestras opiniones y decisiones. Es más, sostener una cultura en su modo más original en el extranjero es muy difícil, por lo que al hablante de herencia le será un poco arbitrario el porqué los padres adoptan ciertas pautas culturales del país de residencia y porqué otras no;  o el porqué estas pautas de sus padres son incluso diferentes a las de su familia hispana. 

Por otro lado, los rasgos propios de una cultura, por estar socialmente adquiridos, ya sea por instrucción o imitación, dan origen a un proceso de reconocimiento personal ante un marco de interacción de un grupo social determinado, lo que llamamos comúnmente como “identidad”. Si este aprendizaje cultural se ve truncado de algún modo, por supuesto tendrá repercusiones en el desarrollo de la identidad o, mejor dicho, de las “dimensiones identitarias” que coexisten en el hablante de herencia. 

Barend van Liempd

Pero, ¿Cuál es el rol de la lengua en todo lo descrito? El español en este caso, es la herramienta, el canal y el puente que nos une al mundo hispano y sus culturas particulares. Las ideas y las percepciones que tenemos en nuestra cultura para comprender el mundo se transmiten a través del lenguaje: sus refranes, dichos, tradiciones, literatura y arte. 

“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” dijo Ludwig Wittgenstein, por lo que entre más pobre o nula sea la adquisición de la lengua, más pobre o nulo será el mundo heredado. 

Barend van Liempd